Por Federico Cejas
Para todos será un amistoso, menos para él. Sergio Daniel Batista, otrora director técnico de la selección argentina Sub 20, tendrá a su cargo un cúmulo de estrellas futbolísticas que serán, de imponer su estilo y lograr los resultados esperados en este interinato que afronta, la base que lo posicionará en el potencial sucesor de Diego Armando Maradona al frente de la selección nacional de fútbol con miras al Mundial de Brasil 2014.
DE AQUEL A ESTE. Argentina logró la medalla dorada en los Juegos Olímpicos por primera vez en Atenas 2004, de la mano de un excelente equipo que armó Marcelo Bielsa. Cuatro años después, con Sergio Batista en el banco de los suplentes, el elenco nacional consiguió nuevamente la presea de oro de manera invicta, habiendo recibido apenas 2 goles en 6 partidos y con la que terminó siendo la base futbolística del Mundial de Sudáfrica.
Riquelme era la manija de aquél equipo que descolló en las semifinales ante Brasil, al que venció por 3 a 0, y se coronó ganándole a Nigeria por 1 a 0 con tanto de Di María. De los que formaban parte de ese plantel, luego viajaron a Sudáfrica Romero, Di María, Mascherano, Messi y Agüero. Además, quedaron en las gateras de la cita ecuménica Ustari, Banega, Gago, Sosa y Lavezzi. Podría ser la base para Brasil, ¿no?
Aunque la última lista fue conformada por Maradona, no tendría tantas variaciones para los partidos en el corto plazo, según el gusto futbolístico del Checho. Sí en cuanto a la verticalidad de los volantes que zurcan la orilla y de los laterales con salida, algo que Diego no usó tanto.
Su impronta, el técnico también intentará dársela con el esquema táctico que más le place: el 4-1-4-1, con Messi por derecha y Milito o Higuaín como jugador más adelantado. Con mucha tenencia de balón, con elaboración paciente de las ocasiones de juego ofensiva (por algo es fanático de Riquelme...) y utilización de todos los recursos, el Checho comenzará a desandar su camino al frente de la Selección Mayor con un objetivo claro: dejar de lado el interinato y transformarse, con el correr de los partidos, el contacto con Grondona y Bilardo, en el sucesor de Diego Maradona y, por qué no, en el DT argentino para Brasil 2014. Con sus palabras alcanza: “Tengo las mismas ganas y expectativas que puede tener cualquier técnico para dirigir la selección mayor hasta 2014. Ese es mi objetivo: hacer bien las cosas".
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