Sin redondear una actuación brillante, el Pincha fue muy superior a Quilmes y lo venció por 2-0. Rodrigo Braña y Hernán Rodrigo López, de penal, los tantos.
En relación al choque con Newell’s, mejoró en lo que respecta al circuito futbolístico. Los volantes exhibieron una mayor movilidad y crecieron en precisión.
Menos de cuarenta segundos demoró Estudiantes en lastimar a Quilmes. Una desatención defensiva le permitió a Gastón Fernández quedar cara a cara con el arquero. La Gata sacó el zurdazo pero Emanuel Trípodi respondió con solvencia.
A los 16 minutos Juan Sebastián Verón quiso sorprender con un tiro libre desde media distancia. La pelota picó a un metro del arco pero Trípodi, otra vez, resolvió con seguridad.
A los 22, una clara para el Pincha: córner desde la derecha de Verón y cabezazo limpio de Marcos Rojo. Tapó Trípodi.
El elenco de Alejandro Sabella mantuvo la presión y generó una doble situación de gol. Primero tuvo una posibilidad neta Leandro Benítez pero su cabezazo fue devuelto por el arquero visitante. Luego de unos rebotes le quedó a la Brujita y su remate, desde afuera del área, salió a centímetros de uno de los palos.
A la media hora de juego, Trípodi ya pedía el premio a la figura de la cancha. Buena combinación de la dupla ofensiva albirroja que finalizó con un remate de la Gata Fernández, bien controlado por el uno Cervecero.
Enseguida, un nuevo intento desde afuera del área. Esta vez de Leandro González. El delantero ex Racing enganchó y buscó el arco. La bola se fue a un metro.
En el cierre, González desequilibró por izquierda, mandó el centro atrás y nadie la empujó. En esa jugada, los hinchas extrañaron a Mauro Boselli. Hacía falta un nueve de área para terminar el ataque.
Durante el primer tiempo, Estudiantes fue el claro dominador de las acciones. Tuvo la iniciativa de ir a buscar el resultado, manejó la pelota y fue el que contó con las chances de gol. Le faltó contundencia para concretar lo que generó.
Foto: Matías Adhemar |
Recién cuando se cumplió un cuarto de hora, el Pincha inquietó al visitante: desborde por izquierda de González, centro del delantero y cabezazo de Enzo Pérez que, una vez más, contuvo Trípodi.
A los 25 se repitió la jugada. Centro, esta vez desde la derecha y de Verón, cabeceó el ingresado López y el arquero Cervecero lo mandó al tiro de esquina.
A los 28 minutos Juan José Morales tuvo una situación de gol, se demoró y no pudo concretar lo que hubiera significado el primer remate de Quilmes.
Quedaban menos de diez y la impaciencia se potenciaba afuera a cada minuto. De golpe, el gol albirrojo de la manera menos pensada: de contra. Pelotazo largo de la Brujita para López que, con nulo egoísmo, habilitó a Braña. El Chapu, mano a mano, definió con jerarquía. El volante la picó suave, al lado del palo.
A los 41, tiro libre en forma de centro de Verón y Juan Pablo Pereyra, otro de los ingresados, la peinó para que el arquero local se luciera.
Estudiantes tardó cuarenta segundos en patear al arco. Quilmes, en cambio, demoró noventa minutos. Centro al área, cabezazo de Bernardo Romeo y buena respuesta de Orión.
A los 47, penal sobre López y él mismo lo ejecutó con firmeza, a la derecha, para el 2-0 final y el segundo triunfo en dos partidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario