domingo, 15 de agosto de 2010

El Lobo busca ser dueño de su destino

Por Federico Cejas

Está claro que lo mostrado en la primera fecha no alcanza para el comienzo de la lucha entre seguir peleando por no descender, y la posibilidad de ser protagonistas en los puestos de vanguardia. Pero los gestos que develó el Gimnasia que superó a San Lorenzo desde el aspecto futbolístico, son algunas de las características que imagina Diego Martín Cocca como componentes sustanciales de su nuevo equipo: trato prolijo de la pelota en las transiciones, orden para atacar y defender y presión asfixiante cuando no cuenta con el balón en su haber.
Si no alcanza es porque le faltó profundidad, ser más incisivo en los últimos metros y golpear, como se dice en la jerga boxística más que futbolera, el mentón del rival para sacarle ventaja en el marcador y ganar.
En ese son y bajo la cruel resignación de no poder contar con el delantero que quería y, según las hipótesis previas, podía solucionarle esos problemas, Rodrigo Mora, Cocca diseñó un esquema soñando con más presencia en ofensiva. No sólo renovó la confianza en Navarro y Neira, algo comprensible, sino que además incluyó a Walter Jiménez como enlace, para que sea el nexo entre los mediocampistas y los delanteros, y que forme sociedad con Encina para darle el protagonismo que Gimnasia necesita para sacar ventaja.
Con el Lorito, Encina, Capurro y Neira, más las subidas de Moreira y la movilidad que puede otorgarle Navarro, Cocca busca que el equipo sea protagonista, que vuelva a tornarse en el conductor del desarrollo del partido como ante el Cuervo y sea el dueño de su destino, ahora sí con la profundidad que no contó el fin de semana pasado.

Pero esta búsque ambiciosa y saludable que propone el DT tiene una consecuencia directa en la zaga: la defensa que conformarían los tres centrales Fontanello, Masuero y Agüero, se vio truncada por la ausencia del transfer del ex Tigre y una nueva y riesgosa apuesta del técnico: la inclusión del juvenil Lisandro Magallán, de apenas 16 años, con pasado reciente en las Selecciones Juveniles de Argentina, tanto en la Sub-18 como en la Sub-20 que jugó un hexagonal en Paraguay, que debutará en la Primera División.
El púber zaguero deberá enfrentarse, en su primera incursión en la divisional mayor, con el gigante Alejandro Delorte, de 1,99 metros y 164 partidos en el ámbito local.
Un gran desafío para él, para sus compañeros y especialmente un gran reto que asume el cuerpo técnico con el afán de no tocar la estructura que cree más conveniente, la del 3-4-1-2 con centrales altos, para tener la pelota y ser, en la medida de lo posible, el dueño de su destino en Bahía y en el torneo.

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