Estadio Ciudad de La Plata: un recorrido desde el sueño a la realidad de su conclusión

INFORME ESPECIAL - PRIMERA PARTE

Por Federico Cejas

La pujanza que ha caracterizado a la comunidad platense ha sido una de sus características más singulares. Nacida para ser eje del progresismo y la vanguardia de la capital del país, La Plata siempre mereció obras que trasciendan el tiempo, que se adecúen a lo que Dardo Rocha ha dejado como legado: la mirada al futuro por sobre todas las cosas.
Meses antes de que el Teniente Coronel Domingo Alfredo Mercante, gobernador peronista de Buenos Aires entre 1946 y 1952, expropiara las tierras del predio ubicado en el cruce de las avenidas 32 y 25 y conformara el Complejo Deportivo La Plata (luego se mencionó la idea de un estadio de fútbol para los dos clubes, pero la misma no progresó), el proyecto del espacio deportivo que hoy se rediseñó, refundó, será un espacio multipropósito y se llama Estadio Ciudad de La Plata estaba siendo soñado y necesitado por los ciudadanos y las comunidades deportivas locales.

Foto: www.estadiolp.gba.gov.ar

Así como pasaban los años, y según relata el libro “Estadio Ciudad de La Plata, miles de voluntades unidas para despertar un emblema”, del ex Senador Carlos Martínez, las tratativas e ideas para el Estadio Único no avanzaban. En 1955 surgió un proyecto privado para alzar el estadio en 525 y Camino General Belgrano, el primer lugar elegido para alzar la magnánima obra. Mientras que dos años más tarde, autoridades de Gimnasia y Estudiantes, junto a la Asociación Amigos del Bosque, coincidieron en la necesidad de sacar a los estadios del área urbana y reafirman la idea de un estadio único, que podría construirse en la zona del aeródromo de Diagonal 74, camino a Punta Lara.

CASI 20 AÑOS. Pasó mucho tiempo sin intenciones ni movimientos de obra hasta que, luego de un intento de reactivación fallida del intendente Franco Icaziatti en 1971, un año después La Plata fue candidata como Sub Sede del Mundial de Fútbol que se desarrolló en el país en 1978, cuestión por la que el gobierno de facto que desoló al país y lo regía en la época, promovió el primer concurso de Anteproyectos para levantar el estadio que se acerca a su culminación.
En 1972, junto con los anteproyectos y la idea de ampliar la Autopista hasta la ciudad, surgió la primera fecha de posible inauguración del Estadio: 3 de junio de 1978. Casualmente ese día se cumplirían 91 años de la fundación de Gimnasia y se disputaría el partido mundialista entre España y Austria. Se entregaron los premios del concurso (el ganador fue el equipo de arquitectos Antonini, Schon, Zemborián y Asociados), pero la rivalidad que existía entre los clubes, disfrazada de malentendido, truncó el proyecto dos años después.

Foto: www.estadiolp.gba.gov.ar

Mientras continuaban las diferencias entre los clubes en 1976, el gobernador Ibérico Saint Jean retomó el proyecto de cuatro años antes, al que le realizó profundas modificaciones, para recaer en el modelo que terminó siendo el estadio mundialista José María Minella, de Mar del Plata, lo que no sólo significaba una crecimiento infraestructural para la ciudad atlántica, sino la decisión de, al menos en esos años, no retomar el proyecto del Estadio Ciudad de La Plata.
Ya en 1979, con miras al centenario de La Plata (1982), el estado creó la sociedad "Centenario Platense", que, entre otras obras, contemplaba la construcción de un estadio de uso común, tal como parecía se iba a concebir el Ciudad de La Plata.

Foto: www.estadiolp.gba.gov.ar

Según relata el libro de Martínez, durante un partido entre Estudiantes y Boca en 1988 en la ciudad, el gobernador Antonio Cafiero junto al vicepresidente de Boca, Carlos Heller, preguntó al dirigente de Estudiantes José Ferrero Murphy sobre la posibilidad de hacer un estadio único para los clubes platenses, algo que apoyarían. Así, un año después, la Municipalidad llamó, con decisión política, a los clubes a crear una Comisión para la construcción del Estadio.

Foto: www.estadiolp.gba.gov.ar