domingo, 15 de agosto de 2010

Un grupo reducido de selectos candidatos

Por Pablo Goicochea

A dos semanas de que la naranja esté en el aire, se empiezan a vislumbrar los seleccionados que darán pelea en este Mundial Turquía 2010. Son muchas las predicciones que catalogan al torneo como el más lindo e importante de la historia del básquet. Entre las tantas cualidades que se nombran, aparece una que no se puede dejar pasar y se perfila como la más importante. La paridad de los planteles va creciendo a medida que pasan los días. El problema de las bajas, gran vedette de la previa, fue perdiendo fuerza y la pelea por el trono inició su batalla.
En los últimos años, tanto Europa como América, se repartieron los torneos más importantes. España, último campeón mundial, torneo jugado en Japón, es el candidato número uno. Tiene un plantel que no se desmembró a pesar de la sentida ausencia de su figura Pau Gasol. El trabajo silencioso que viene realizando hace suponer que Turquía será el lugar indicado para mostrarle al mundo que sigue vigente. Con una mezcla de experiencia y vitalidad, los españoles se llevaron por delante a todo equipo que se interpuso en su camino en 2009, consiguiendo la EuroBásquet como la frutilla del postre.
Si hablamos de historia, show y talento, el que se lleva todos los números es Estados Unidos. El campeón olímpico en Beijing no tendrá a sus máximas estrellas pero eso no le quitará el mote de candidato. Con un plantel joven, inexperto y sin preparación respecto a las reglas FIBA (hay grandes diferencias con la NBA) llegará al país europeo con la idea fija: estar entre los tres del podio. No será un mundial más para los creadores del Dream Team. Turquía pondrá en evidencia si con la individualidad y el talento se puede aspirar a una medalla.


Cuando Colón descubrió América, vio en el norte grandes riquezas. Pero no se dio cuenta de que en el sur existían dos países que darían que hablar, cuna de grandes talentos basquetbolísticos.
Por un lado, Argentina, número uno del ranking FIBA, deberá reivindicar sus laureles conseguidos en la última década. Es la única selección del mundo que logró meterse entre los cuatro mejores en todos los torneos desde el subcampeonato mundial en Indianápolis 2002. Con gran repertorio en todos los puestos de la cancha, irá por el oro y la gloria. Sin Manu Ginóbili, máximo referente, la Generación Dorada llega con experiencia, orden y con lo más importante que se necesita para llegar a la cima, un equipo con todas las letras.
Por otro lado, un poquito más arriba en el mapa, está Brasil. Con Rubén Magnano como técnico, campeón en las Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con la Argentina, buscará ser la revelación del campeonato. Junto con Estados Unidos, son las únicas selecciones que participaron en todos los torneos (15 en total).
Llevará lo mejor que tiene. Con sus jugadores NBA en plenitud y un grupo que acompañará, desde atrás, para tapar los huecos deberá demostrar que está para pelear con los mejores.
Estos cuatro seleccionados están en el ojo de la tormenta y son los candidatos más fuertes para quedarse con el oro. El que pueda despejar el cielo y dejar que brille el sol será el rey en el país del ex imperio más grande de la historia.


NO ME DEJEN AFUERA… Varios países también lucharán por llegar al podio. Sin tanta trascendencia a nivel logros y equipo, buscarán colarse y dar pelea entre los mejores.
Dentro de este lote secundario se encuentra Serbia. El subcampeón de la EuroBasquet 2009, fue el único que logró borrarle la sonrisa a España por un rato. En su primer Mundial (las anteriores participaciones fueron como República Socialista Federal de Yugoslavia desde el `50 hasta el `90, República Federal de Yugoslavia `98 y 2002 y con la unión con Montenegro en el 2006) y con gran recambio de jugadores, es la selección que entra por la ventana en la pelea de los grandes. Con juventud, garra y ganas de revertir el pasado, llenarán el baúl de ilusiones que los deposite en Turquía.
Siguiendo por la ruta que nos deje en el país organizador, nos cruzamos con Grecia. Con la medalla de plata conseguida en el mundial de Japón 2006, se ganó el respeto de todos. A pesar de tener bajas importantes en su plantel, mostrará las garras de ese país históricamente deportivo. Depende de ellos.
Y por fin llegamos. Turquía se preparó con todo. No quiere dejar pasar esta oportunidad y, por eso, se armó con uñas y dientes para el Mundial. Es el candidato de la gente. De sus apasionados hinchas que colmarán los estadios donde haya una camiseta roja dentro de la cancha. Con más experiencia en su plantel, no pierde las esperanzas de estar en el podio.
Las predicciones no son buenas. Y hasta a veces desmedidas. Pero el Mundial de Básquet Turquía 2010 dejará en nuestras retinas, un recuerdo imborrable de la competitividad de este hermoso deporte.

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