Por Máximo Randrup
Cuando parecía que la lesión de Leandro González iba a oscurecer aún más el nublado panorama de los delanteros en Estudiantes, los rayos del sol asomaron desde el horizonte para, de a poco, despejar el cielo de la ofensiva. Metáforas aparte, el Pincha recuperó algo de lo que careció en el comienzo del semestre y que el costó la Recopa Sudamericana y la eliminación de la Copa Sudamericana.
Por segundo partido consecutivo, los delanteros tomaron la escena en el rubro goles. Gastón Fernández anotó su segundo tanto al hilo mientras que Rodriho López reapareció después de 8 partidos y marcó, también de penal, el gol que sentenció el triunfo ante Olimpo y que engrosó a dos sus cuentas personales. De todas maneras, es un déficit que no está resuelto todavía.
Con los dos de ayer, los delanteros albirrojos suman 5 goles sobre el total de 16 del equipo en todo el semestre, una cifra muy baja. Alejandro Sabella pudo disimular esa carencia con la implementación de un esquema que a simple vista parece muy conservador, pero que no opone resistencia a la hora de los resultados. La defensa y el mediocampo sostuvieron al equipo de pie y lo pusieron en la posición que hoy ostenta.
En este contexto, Hernán Rodigo López se recuperó de la lesión y el DT se dio el gusto de prescindir de la Gata en dos partidos fundamentales para los objetivos que este plantel persigue: Boca y el clásico de la ciudad.
El rendimiento de estos atacantes todavía no es el ideal y falta mucho para lo que sea. Es por eso que la sólida estructura del medio hacia atrás ayudan a que se encamine el equipo y se logren los resultados. La Gata Fernández parece haber recobrado el lugar perdido, mientras que todavía no está claro si Juan Pablo Pereyra es su compañero ideal. En este sentido, la reaparición de Rodrigo López se vuelve indispensable para el equipo, mucho más si el lungo volante se lesionó y no puede volver por un par de partidos, como parece haber sucedido.
Las lesiones son un mal que persigue al equipo y el recambio no es el mismo por estas mermas. Es por eso que Sabella apuesta a la defensa para que el desgaste se disimule. Así, se ve un equipo sin el brillo del semestre anterior, pero con una efectividad similar. Más allá de la ventaja, la superioridad que impone sobre sus rivales y los resultados positivos, la mayor virtud de este equipo está en disimular su pobreza y parecer rico y ostentoso.
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